Existen revestimientos para paredes de cocina que no necesitan hacer obras, así que no debes preocuparte si es un tema que te agobia. Sin embargo otros tipos de revestimiento sí la necesitan. En cualquier caso, hay opciones para todos los gustos.
En qué fijarse para acertar con el revestimiento
Los detalles siempre cuentan y en función de lo que queramos y necesitemos, habrá que decantarse por un revestimiento u otro. ¿Qué debemos tener en cuenta?
Resistencia: Las paredes se van a manchar, van a estar sometidas al calor y a la humedad, sobre todo el frente de los fogones. Por eso es importante que escojamos un revestimiento resistente.
Limpieza: Ese mismo frente es el que más se va a manchar pero el resto de paredes irán ensuciándose poco a poco. Si es fácil limpiarlas, mejor.
Superficie a cubrir: Detalle muy importante porque cuanto más haya que cubrir, más caro será.
Instalación: Tu presupuesto debe tener en cuenta que hay revestimientos que se instalan con obra, lo que implica retirar el revestimiento anterior en muchos casos. En otros no es necesario. También se incluye el transporte de los materiales, la mano de obra, etc.
Material: No todos tienen las mismas cualidades. Cada uno tiene sus particularidades y hay que conocerlas para saber qué queremos en nuestra cocina.
Estilo: En este caso es un aspecto muy importante porque las paredes deben ir acorde al estilo de la cocina y debemos vigilar cómo será el suelo, las encimeras y el mobiliario.
Color: Las paredes son un punto fundamental cuando tenemos una cocina pequeña, ya que podemos lograr que sea más grande visualmente si optamos por revestimientos de color claro.
Hoy os mostramos el cambio que hemos realizado a nuestros clientes en su pared frontal al instalar su nueva cocina. Frontal en roble bardolino a juego con la encimera.
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